Alfonso X El Sabio llegó a Lorca en 1244, su intención no era otra que incorporar la Ciudad del Sol a la corona castellana. La tradición cuenta que instaló su campamento en una fortaleza-palacio, en lo que hoy día se levanta el Santuario de la Virgen de las Huertas.
Casi era una costumbre del Rey Sabio, instalarse en baluartes islámicos. Lo mismo hizo durante una de sus estancias en Murcia, alojándose en el Castillo de Monteagudo.
Al parecer, las evidencias arqueológicas están confirmando lo que la falta de documentación no había podido hacer. Como se está comprobando desde el año 2000, bajo el santuario patronal existen restos de un palacio califal cuya construcción se sitúa a finales del siglo X. De manera casual apareció un muro (11×3.5 metros) de mampostería construido a soga y tizón, con 4 arcos pintados en rojo y blanco, como la Mezquita de Córdoba.
Se presupone que podrían aparecer hasta 5 arcos; uno de ellos es oriental lobulado y otro de herradura. El muro fue reutilizado en el siglo XV para la construcción de la primitiva ermita, con lo que se introdujeron modificaciones.
El grupo senderista-gastronómico-Cultural de Samarcanda visitando los restos del Palacio Califal, descubierto bajo el Santuario de la Virgen de las Huertas de Lorca.
Con un guía de lujo: el ilustre padre franciscano José Hernández Valenzuela pic.twitter.com/5YJmFrMc8S— Juan Perez Gil (@jpglorca) 10 de marzo de 2018