Recuerdo un gran artículo (no por el triste contenido que narra, sino por la labor de investigación y difusión desarrollada) del cronista Antonio Botías. En el citado se enumeran varios objetos del patrimonio histórico de la Región de Murcia que salieron de nuestra tierra para seguramente nunca volver.
Ejemplos podemos citar el Ara Pacis de Cartagena (o Espinardo) que se encuentra en el Museo Arqueológico de Barcelona o las banderas coronelas que lucieron los combatientes murcianos contra Napoleón, actualmente en París.
https://www.descubriendomurcia.com/ara-pacis-de-cartagena-volvera-algun-dia-casa-parte-ii/
https://www.descubriendomurcia.com/murcia-contra-napoleon/
Cuando arribaron los Bizantinos a Cartagena
Cambiamos de tercio. Cuando arribaron los Bizantinos a Cartagena, no despertaron ninguna confianza en la población hispano-romana. Es lógico, toda intervención militar conlleva excesos e injusticias y aquellos residentes estaban acostumbrados a vivir en relativa paz durante el último siglo.
Esta desconfianza la podemos observar en la correspondencia que mantenían el arzobispo Leandro de Sevilla con su hermana Florentina, a la postre dos de los cuatro hermanos santos de Cartagena. Leandro desaconsejaba el viaje a su hermana que deseaba volver a su tierra natal, en ese momento bajo el poder de los imperiales.
https://www.descubriendomurcia.com/san-leandro/
Pero lo cierto es que las relaciones entre los dos mundos no fueron tan malas. Con la llegada de los soldados, colonos, intelectuales, mercaderes helenos y siriacos, monjes griegos… Cartagena experimentó una época de amplia reconstrucción urbana y recuperó un papel dominante que había perdido dos centurias atrás.
Las actividades económicas propiciaron un intenso flujo de personas y mercancías. Santa Florentina pudo regresar a Cartagena sin mayores problemas. Corrieron por la península muchas monedas de oro griego*, incluso antes de la penetración bizantina por el valle del Segura. El tesorillo numismático encontrado en el Lano del Olivar junto a la basílica de Algezares, de unas setenta piezas constantinianas, así lo atestigua.
https://www.descubriendomurcia.com/basilica-paleocristiana-algezares-murcia/
Volviendo al artículo de Botías (La Verdad, 17/12/2017) En un principio estas monedas fueron de importación pero tras la intensa demanda, es muy posible que se estableciera una CECA en Cartagena**. A dicha CECA son atribuidas una serie de tremises áureos hoy repartidos entre la Hispanic Society of America – depositado en la American Numismatic Society- y el British Museum.
Bueno, más patrimonio que apuntar en la lista.
Fuentes:
Orihuela en el mundo antiguo. Dominio Bizantino. Juan Bautista Vilar
*La moneda bizantina en España. Mateu Llopis
**Una ceca bizantina en España. Grierson