La iglesia lorquina que más daños sufrió tras los terremotos de 2011, fue la de Santiago Apóstol. En la retina de todos, aún permanece la imagen del crucero y la cúpula del templo, reducidos a escombros. La reconstrucción avanza buen ritmo.
Para ello, se están utilizando los materiales y técnicas tradicionales de construcción. Se está recuperando el mayor número posible de sillares del desescombro, que han sido catalogados y fotografiados. De ésta manera, se intentará que puedan volver al lugar que ocupaban antes del seísmo.
Para el tejado, se utilizarán vigas de madera como se hacía en la época de construcción del templo.