Murcia será de las pocas capitales españolas, que pueden presumir de albergar en su término municipal una cordillera montañosa: El Valle.
En 1879 (mismo año de la famosa riada de Santa Teresa) recalan en Murcia dos expediciones ornitológicas, capitaneadas por el príncipe archiduque Rodolfo de Habsburgo y Ludwig Holtz. Seguramente serían las viejas crónicas medievales, como el Libro de la Caza de Don Juan Manuel, las que atrajeron a estos expedicionarios a tierras murcianas. En ellas se contaba que los halcones, águilas,