Salinas San Pedro del Pinatar, es un mosaico donde se unen la explotación salinera, la pesca, el turismo y la naturaleza.
Cartagineses y romanos ya extraían la sal en esta zona de salinas San Pedro, hace más de dos mil años. El mantenimiento de la industria salinera en San Pedro del Pinatar, ha propiciado la creación de balsas de agua donde las aves acuáticas pueden residir de forma estacional o durante todo el año.
Este enclave se ha convertido en punto estratégico de las rutas migratorias de aves como el charrán, el charrancito, el tarro blanco y la gaviota picofina. Las Salinas San Pedro del Pinatar llegan a albergar el 5% del total de estas aves en España.
Por otro lado, la pesca tradicional, ancestral y sostenible de “La Encañizada” también ayuda a la conservación del hábitat para estas aves marineras.
Salinas San Pedro y las amenazas de siempre
Sin lugar a dudas la mayor amenaza que se cierne sobre este lugar y su biodiversidad, es el desarrollo urbanístico que rodea el espacio protegido de las Salinas San Pedro. Otro factor no muy favorable es la acumulación de visitantes durante el verano, que aumenta hasta en un 70% la presencia humana en la zona.
Y por último se puede añadir que la modificación de la línea de costa, debido a varios factores como la construcción del puerto de San Pedro, la extracción de arena para acondicionar otras playas del Mar Menor y la retirada de la planta posidonea oceánica; ha propiciado que la playa de La Llana haya pedido entre 40 y 80 metros de arena (según la zona) frente al avance del mar. Esto no beneficia a los animales y plantas que viven en las zonas dunares del parque natural.
Fuente: Aspectos económicos, sociales y ambientales relacionados con la gestión y conservación del Parque Regional de las salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar. Gustavo Ballesteros.