Bueno… no es exactamente así, pero casi mejor. Resulta que había un marinero nacido en Cartagena (1536?-1599?) llamado Juan Fernández Sotomayor.
Tuvo una existencia plagada de aventuras: descubridor de rutas, sirvió a la Corona en diferentes campañas militares y descubrió un archipiélago en 1574 situado a 670 km de la costa de Chile, al que puso su nombre.
Como no podía ser de otra manera, el archipiélago fue utilizado durante los siglos XVII y XVIII como guarida de piratas y finalmente se convirtió en un bastión español de 6 fortalezas.
Juan Fernández, se interesó vivamente por los descubrimientos en el Pacífico. Se percató que algunos viajes duraban, en la ida 2 semanas pero en la vuelta podían llegar a durar hasta meses, debido a los vientos adversos. Puso en práctica una teoría: se alejaba de la costa hacia el Oeste hasta encontrar vientos favorables, singlando después hacia el Sur y el Este. De este modo consiguió acortar los tiempos.
Estas hazañas sin precedentes, le costaron ser encausado por la Inquisición de Lima, bajo la acusación de brujería. Resultó absuelto. Algunos autores mantienen que Fernández: ¡descubrió Australia!… pero es muy posible que solo consiguiese llegar hasta Tahití, o la isla de Pascua.
Pues en la vida de Juan se inspiró Daniel Defoe cuando escribió su famoso libro Robinson Crusoe. De hecho, al archipiélago Juan Fernández también se le conoce como las islas de Robinson Crusoe.
Fuentes:
La Región de Murcia y su Historia. Pérez de Hita, Polo de Medina y Cascales. Francisco Flores Arroyuelo.
Murcia, palmo a palmo. Juan Fernández Sotomayor, el navegante. José Monerri Murcia
Y el Sr. Wilson en realidad era un limón!
Y «Viernes» en realidad se llamaba «Pencho»