Ya contamos en su día porqué la riada de Santa Teresa (15 octubre 1879) ha pasado a la historia negra de la Región de Murcia.
Solo tenemos que citar un número para que nos hagamos una idea de la catástrofe: 667 víctimas mortales. La Región de Murcia siempre estará en agradecida deuda con todas las personas e instituciones que se volcaron aquellos días, socorriendo económica y anímicamente a los huertanos que lo perdieron todo durante esas trágicas horas.
Conocemos la figura de Don José María Muñoz y Bajo Menjibar que mantiene actualmente una estatua en su honor en el paseo del Malecón por su generosidad aquellos días.
Hoy día podríamos decir que la de Santa Teresa se convirtió en un acontecimiento “viral” de la época. Si en aquel momento hubiesen existido las redes sociales, sin duda Murcia y su riada de Santa Teresa se hubiera convertido en “Tendencia”, hubiera sido Trending Topic pero no solo a nivel nacional. Explico.
La catástrofe fue tan impresionante que traspasó fronteras. En Francia se editó para la ocasión una revista llamada París-Murcia que tenía como finalidad recaudar fondos para los damnificados. En esta revista participaron conocidos escritores y pintores de la época.
El periodista, abogado, concejal, diputado y senador murciano Antonio Hernández Amores, formó parte de la Comisión de Socorros de Murcia. Un organismo que se creó para la ocasión. En 1880 en la casa del mismo, se colocó una placa que los periodistas murcianos dedicaron a la prensa nacional e internacional en testimonio de gratitud y recuerdo de aquel 15 octubre 1879.
Allí sigue la placa, en la plaza que lleva precisamente por nombre, Hernández Amores en honor de aquel buen periodista murciano que entre otras cosas también puso en marcha La Revista Murciana y El Semanario Murciano.
Esta plaza Hernández Amores antes se llamó “de las Cadenas” por motivos de refugio eclesial y anteriormente era la conocida plaza de La Cruz, donde se levantaba (y levanta) la cruz que marcaba el altar en la primitiva iglesia que dio origen a la actual Catedral de Murcia.
Otro que formó parte de aquella Comisión de Socorros fue Don Manuel María José de Galdo y López (Madrid 1825 – Madrid 1895). Por dos veces estuvo en Murcia en el año 1880.
La primera para hacer entrega de las ayudas recolectadas. Pudo comprobar en primera persona los desastres del agua torrencial ya que recorrió partes de la zona afectada. La segunda vuelve a Murcia para supervisar las obras que se hacían con las ayudas entregadas. El alcalde de Murcia lo nombró hijo adoptivo de la ciudad.
De todos los lugares de España se recibieron ayudas para paliar los desastres de Santa Teresa. Pero fue Madrid la provincia que más aportó en esta causa, por ello el Ayuntamiento de Murcia resolvió conceder una calle en nuestra ciudad en homenaje a los madrileños. La calle Madrid en Murcia, es continuación de la Doctor Fleming en las inmediaciones de la Universidad de Murcia.
Fuente: Murcia, paso a paso. Sus calles y sus nombres. Enrique Culebras Díaz