Se están restaurando los bajos de la fachada del Palacio Episcopal, un edificio rococó del siglo XVIII.
La humedad no perdona y el Obispado se ha puesto manos a la obra.
La última rehabilitación del Palacio se realizó en el año 2000. Los especialistas han comenzado picando la parte baja de la fachada y aplicándole posteriormente una capa de material, que hace las veces de malla impermeable con el fin de que la humedad no llegue a dañar la fachada.