Desde el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre El Valle, nos apremian a que cuidemos nuestras costas y en especial las islas e islotes del litoral murciano. Sobre todo ahora que se acercan las vacaciones de verano.
Siguiendo con esta consigna, vamos a tratar un poco sobre la flora y la fauna que moran en la Isla Grosa y la Isla del Farallón, ubicadas en La Manga.
Empezando por las aves marinas. En este grupo encontramos especies protegidas como la Gaviota audouin (Larus audouinii), el Paiño europeo (Hydrobates pelagicus) o el Cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis). Para reproducirse y que sus pollos salgan adelante, estas aves necesitan la tranquilidad y alimento que encuentra en la Isla Grosa.
Bajo las aguas otros animales como la Morena (Muraena helena), el Cabracho o Gallineta (Scorpaena scrofa) o el Abadejo (Epinephelus alexandrinus), no saldrán adelante si no se practica una pesca y un buceo sostenible.
Especies vegetales submarinas como la Nacra Posidonia Oceánica (Pinna nobilis) o el Nudibranquio (Cuthona caerulea), también necesitan de protección. Para ello es imprescindible no anclar sobre estas colonias los barcos.
A veces, las labores de conservación de una especie o un paisaje implican limitar en gran medida su acceso a la población, ya que casi siempre la presión humana es la responsable de las alteraciones en el medio. Es entonces, cuando las labores de gestión para la conservación de estos lugares, por parte de las administraciones públicas, pasan por la restricción del acceso.
Es por ello que la zona Isla Grosa, Hormigas y de Las Palomas, es un área de protección para la fauna y flora silvestre. Debido a la fragilidad ecológica de la isla sólo está permitido el acceso, y de manera limitada, a personal autorizado para labores de vigilancia e investigación.
El mejor navegante: fondea fuera de la línea de boyas que marcan la Zona de Amortiguación de la Isla Grosa y El Farallón, navega fuera de la Zona de Amortiguación, evita producir ruidos innecesarios molestos para la fauna, recoge el ancla de forma respetuosa con el fondo marino, nunca vierte al mar sólidos o líquidos, respeta la bandera alfa de las embarcaciones o boyas que indica la presencia de submarinistas debajo del agua y mantiene la distancia de seguridad.
El mejor buceador: se informa del punto de buceo antes de hacer la inmersión y respeta la normativa específica que le afecta, bucea con autorización o con un Centro/Club autorizado para hacerlo en la Isla Grosa y El Farallón, controla su flotabilidad para no tocar el fondo con las aletas y evita el arrastre de su equipo durante la inmersión, respeta la distancia a paredes y fondo marino, disfruta observado los seres que hay a su alrededor; sin molestar, ni alimentarlos o usar atrayentes, frena el descenso para evitar reposar sobre el fondo, evita entrar en las cuevas, ya que las burbujas de aire afectan negativamente a todos los animales que viven fijados en el techo.