En el puerto de Mazarrón hay localizados dos núcleos poblacionales de origen romano. Estamos hablando de los siglos IV – V d.C.
Uno estaría situado en los cabezos de El Faro y La Era y el otro poblado en el cabezo de La Molineta. Ambos contaban con sus respectivas necrópolis.
En aquellos tiempos los romanos de la zona se dedicaban fundamentalmente a la pesca y a la fabricación de salazones que junto con el esparto y la alfarería, hacían de Mazarrón uno de los centros económicos costeros más importantes del litoral murciano.
No podemos olvidar que la fábrica de salazones y garum de Mazarrón era muy importante ya que ocupaba un amplio espacio. Esta fábrica de salazones es visitable en parte ya que hoy día alberga el Museo Arqueológico de Mazarrón.
La casa tardoromana de la calle Era, formaba parte de un núcleo de casas residenciales ubicadas en la colina próxima al propio puerto. El origen de estas casas coinciden con el auge económico y productivo de la factoría de salazones.
En las excavaciones arqueológicas se encontraron bastantes monedas y restos de ajuar doméstico de gran categoría. Lo que indica que las familias que poblaban este núcleo tenía un cierto poder adquisitivo.
Las casas más complejas cuentan con sala de recepción, dormitorios, patio, cocina y aljibe. La distribución de estas domus es la típica de las viviendas unifamiliares romanas: una estancia central en torno a la cual se distribuyen el resto de habitaciones.
Junto al núcleo de viviendas se ubicaba una necrópolis romana de inhumación donde se localizaron 51 enterramientos. El cementerio contaba con enterramientos de diferentes formas. Los más destacados enterramientos mantenían panteón de cubierta abovedada. En uno de estos panteones se localizaron hasta 22 individuos. Otros enterramientos consistían en fosas excavadas en la roca.