Cartagena es y ha sido siempre, militar y artillera. Un puerto natural defendido por su bahía y (sobretodo) por la infinidad de rocas, peñascos y acantilados donde se ubicaban (y allí siguen) puestos de vigilancia, fortalezas militares y baterías artilleras.
En otras ocasiones nos hemos hecho eco de la triste situación de abandono de estos lugares, que en su mayoría se encuentran ubicados en zonas de especial protección ecológica.
Hubo un momento en que lo económico se unió a la voluntad de recuperar estos lugares históricos. El Estado tenía previsto invertir unos 14,8 millones de €. Al principio fue todo muy bien, por ejemplo se rehabilitó el impresionante conjunto de Castillitos incluyendo sus dos potentes cañones, también los entornos de Cala Cortina, Punta Aguilones, Conejos y La Chapa. Pero ya sabemos que la crisis se lo come y lo recorta todo. Solo se ha invertido hasta el momento, el 20% de la cantidad citada.
A día de hoy, las fortalezas y baterías costeras de Cartagena pertenecen a tres administraciones:
1) La mayoría de ellas se encuentran bajo la protección de la Demarcación de Costas (Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente), que administra los espacios que no se encuentran en suelo militar. El Ministerio de Defensa las cedió al de Agricultura en el año 2006, por su valor natural y ecológico. El objetivo es cuidar la biodiversidad de aquellos enclaves, para ello se realizan programas de plantación de flora autóctona. Esta cesión es beneficiosa, ya que implica también la declaración de los lugares como BIC.
2) Algunas de las baterías, pero muy pocas, pertenecen a la Comunidad Autónoma. Este es el caso de la del Monte de las Cenizas, como se encuentra dentro del Parque Regional de Calblanque pertenece a la administración autónoma, la cual gestiona el parque.
3) Otras siguen perteneciendo al Ministerio de Defensa y su estado es ruinoso. Son las que se encuentran en el extremo suroeste de la dársena de Cartagena Tomamos como ejemplo el mismo Castillitos, que en los años 90 pertenecía a Defensa y fue espoliado y destrozado. Pero en esta situación también se encuentran: la fortaleza Podaderas en el Monte Galeras, la Torre Navidad, el Castillo Fajardo y las baterías de la Chapa, San Isidoro, Santa Florentina y Santa Ana. Dentro de este grupo se encuentra el caso especial del Fuerte Navidad, que perteneciendo a Defensa se cedió para uso civil y se ha convertido en uno de los reclamos turísticos de la ciudad portuaria.
La suerte es que cada vez hay más movimientos de ciudadanos que se organizan para reivindicar el patrimonio de sus regiones. Es el caso de AFORCA (Asociación de Amigos de las Fortalezas y Castillos de Cartagena), a los cuales debemos mucho de lo conseguido hasta el momento.
Puestos de vigilancia, fortalezas militares y baterías artilleras que defendían #Cartagena = https://t.co/DxVNwzuKEK Patrimonio pic.twitter.com/jFCUGWSyiu
— Descubriendo Murcia (@DescubreMurcia) 29 de enero de 2017