Las costas del Reino de Murcia fueron fuertemente castigadas por los piratas berberiscos, desde el siglo XIV hasta la mitad del XVII.
Los motivos de estos asaltos eran varios: las costas murcianas se encuentran cerca del Magreb y existen corrientes marítimas que facilitan la navegación entre los litorales, había buena pesca y caza en la zona que a su vez no estaba muy poblada. Pero el motivo principal era Cartagena, un puerto comercial desde donde salían barcos repletos de productos.
Los asaltos en La Manga y el Mar Menor, eran parte de las travesías que los piratas hacían por las costas de Alicante, Murcia, Almería, Granada y Málaga. Para defenderse de estos ataques se construyeron torres de vigilancia y defensa, algunas costeras y otras de interior.
Entre ellas podemos mencionar: la Torre del Rame (Los Alcázares) construida por los musulmanes, Torre del Negro (Lentiscar – Cartagena), el convento de San Ginés de la Jara, el faro de Cabo de Palos que en su inicio era una torre de vigilancia, la Torre Derribada (San Pedro del Pinatar), la Torre del Estacio (San Pedro del Pinatar) cuyas piedras fueron utilizadas para reforzar las encañizadas y las golas del Mar Menor… y muchas más repartidas también por las costas de Mazarrón y Águilas.
En ocasiones los corsarios, tomaban prisioneros y los empleaban como esclavos. Cuando se trataba de una persona con medios económicos, se pedía un rescate que solía pagarse a través de alguna orden religiosa como los Mercedarios. El pirata más conocido en las costas de Murcia, era Morato Arráez. Se trataba de un albanés capturado de niño por el corsario Kara Alí. Así es como lo define el pintor e investigador Manuel Muñoz Barberán: “El maldito Morato Arráez, siempre, casi sin descanso con sus amenazadoras galeras rondando las costas murcianas; Cartagena y Mazarrón acusan su presencia molesta”[*]
Había piratas de todas las nacionalidades, sobre todo del Magreb (Argelia, Túnez, Marruecos) pero también de Turquía. Hay constancia de ataques de barcos genoveses al puerto de Cartagena y a su vez Cartagena, era la base de los corsarios castellanos que saqueaban las ciudades del norte de África con licencia del Reino de Castilla. Los prisioneros que hacían los barcos españoles podían terminar trabajando como prisioneros en el Arsenal y la dársena de Cartagena.
En el siglo XVIII la piratería y a su vez las torres defensivas, cesaron en su actividad. Los motivos fueron que el Imperio Turco había perdido influencia en esta zona y la presencia de las potentes flotas inglesa y francesa que controlaban el tráfico marítimo en el Mediterráneo.
[*] Murcia, ayer y hoy. Murcia en el siglo XVII: sus gentes, sus artistas. Manuel Muñoz Barberán.
Lorca, también castigada por Morato, responsable de la destrucción de la torre de Cope y el consecuente regimiento de 300 soldados Lorquinos enviados a la costa. (Incluso existe una playa en Lorca con una pequeña atalaya y una cueva que dicen que pudo servir de refugio a Morato)
— JP (JuanPe) (@juanperofer) 23 de mayo de 2018
Tan solo exponer que en el siglo XVIII, la labor de la Marina Española y de Antonio Barceló y Pont de la Terra fue fundamental y no esta recogida en este estudio.
Y morato tambien las liaba en lanzarote