Si nos pasamos por el Museo de los Molinos del Segura, entre otras maquetas, podremos observar la que muestra los curiosos molinos sobre barcas.
Eran comunes en el río Segura este tipo de artilugios. Muy prácticos, ya que podían ser trasladados hasta los lugares donde la corriente pegase más fuerte. Y mucho más económicos y menos costosos que construir un molino de piedra.
Los puentes de madera también eran comunes en la medieval ciudad de Murcia, así lo atestigua el escritor árabe Xerif-Al-Edris. Por estos puentes, fijos o flotantes, concurrían personas y carretas. Comunicaban la medina con la parte sur, el actual Barrio del Carmen, en dirección a la ciudad de Cartagena.
La plaza y la calle de las barcas
Frecuentemente estos puentes de madera eran destruidos cuando llegaba una fuerte riada. Así nos lo cuenta Díaz Cassou, el cual narra que en la antigua plaza de las barcas, se ubicaba un puente de madera que fue arrastrado por una riada en el año 1707.
Entendemos que esta plaza de las barcas, era así conocida por transcurrir por ella en antiguo cauce del Segura. Con la remodelación del cauce se evitaron muchas desgracias y también se ganó terreno al río por la parte de levante, exactamente por los arrabales de San Juan y Santa Eulalia.
Esta plaza de las barcas, dio lugar a la calle de las barcas que es la actual calle Joaquín Costa. El trazado de esta calle, debe de ser uno de los más antiguos de Murcia.
Fuente: Callejero Murciano. Nicolás Ortega Pagán, Nicolás y José Ortega Lorca