Las tropas musulmanas al mando de Tarik, entran en la Península Ibérica por Gibraltar en el año 711. De este modo se inicia la conquista árabe del desordenado reino visigodo.
Hacia el año 713, un ejército al mando de Abd al-Aziz se dirige hacia las tierras gobernadas por Teodomiro. Este noble domina un gran territorio ubicado aproximadamente en lo que hoy conocemos como las provincias de Alicante, Murcia, Albacete y Almería. Teodomiro acierta al capitular ante el poderío musulmán y evita la destrucción de importantes ciudades como: Orihuela, Lorca, Mula, Begastri, Alicante y Elche. Entre estas ciudades destaca la misteriosa ciudad de Ello.
Fue así como se iniciaron los asentamientos árabes en las vegas del río Sangonera (o Guadalentín) y Segura. Estos grupos eran soldados y se encontraban fuertemente militarizados.
De todos los grupos musulmanes que llegaron a nuestra tierra, destaca por su importancia el yund de Egipto. Eran militares que formaban parte de un cuerpo de ejército compuesto por grupos tribales sirios que fueron enviados por el califa de Damasco, en el año 740, al norte de África para sofocar una de las múltiples revueltas bereberes allí ocurridas. Fueron derrotados allí y pasaron a Al-Andalus donde siguieron guerreando y asaltando poblaciones, incluso se instalaron en Córdoba después de derrotar al gobernador.
En el año 743, se restableció el orden y ante la imposibilidad de que este grupo del yund volviera a su lugar de origen, los diseminaron por la península a fin de disminuir su poderío militar.
Muchos de ellos recalaron en la confluencia del río Sangonera y el Segura. Una fértil zona que les recordaba bastante a los territorios orientales de donde procedían.
Fuente: Historia de la Región de Murcia. Miguel Rodríguez Llopis.