Que Murcia es una fundación islámica no hay duda. Pero algo de Romanos también tenemos los murcianos, la cosa fue más o menos así.
En los valles del Segura y del Guadalentín, empezaron a instalarse clanes tribales musulmanes. En realidad estaban revitalizando las villae tardoromanas existentes a lo largo del río Segura.
En el 822 algunos de estos clanes establecidos en el campo de Sangonera, en la confluencia del Guadalentín con el Segura, empezaron a enfrentarse entre sí por las reparticiones de las tierras.
Para evitar estos problemas el Emir de Córdoba, Abderamán II, envió un contingente militar para pacificar la zona y fundar la nueva ciudad que controlase estos territorios. A esta ciudad se la llamó Mursiya.
Se ha popularizado la idea de que Murcia fue fundada un 25 de junio del año 825, aunque la realidad es que ya existía un pequeño poblado en la zona cuyos orígenes se remontarían a una Villa Romana llamada Murtia.
Se la llamó así en clara referencia a la existencia de humedales y mirtos (arrayanes) alrededor de ella. De ahí viene nuestro nombre murcianos…
