Cuando los musulmanes llegaron a tierras murcianas, la base alimentaria del grueso de la población sigue siendo el cereal y muy especialmente el trigo.
Respecto al trigo se repite en varias fuentes documentales las alusiones a la riqueza triguera de Sangonera donde había una gran producción de este cereal.
En los pueblos y ciudades de la Murcia árabe, el pan se amasaba a nivel familiar. Después se cubría con un mantel o trapo blanco y era enviado al horno público. Allí los panes eran marcados con uno sellos de madera propios de cada familia, para evitar confusiones después de la cocción.
Como precio por el trabajo bien hecho, los panaderos se quedaban con una porción de la masa y hacían con ellos unos panecillos a los que llamaban buya. Curiosamente llamados igual que en latín: bulla.
La palabra se mantuvo al castellano y dio origen al bollo, que conocemos hoy día. Lo que también evolucionó fue la receta, que terminó siendo un dulce postre.
@ThermomixESP Bollos rellenos en Murcia los conocemos como bollos preñados o panochos!!! Deliciosos pic.twitter.com/Rp2zdeDfV9
— carmen (@carmen_rafa) 22 de agosto de 2013
Fuente: La Región de Murcia y su Historia. La vida y las ciencias en la Murcia andalusí. Pedro Lillo Carpio