A lo largo de la historia, por tierras de Cartagena, han pasado: fenicios, cartaginenses, romanos, bizantinos y musulmanes entre otros.
Cuando los cristianos reconquistaron la ciudad en 1245, los descendientes de estos pueblos antiguos, se vieron empujados hacia el mar y se asentaron en tierras del norte de África. Cartagena fue repoblada por catalanes sobre todo de Tarragona, gentes del Pirineo francés y centro de la Península de las sierras de Teruel y La Mancha. Más tarde se asentaron en tierras cartageneras: murcianos y oriolanos.
De estos repobladores vienen los apellidos más comunes en la Cartagena de hoy día, sobre todo del siglo XV.
Como por ejemplo: Albaladejo, su origen se remonta a poblaciones de Ciudad Real y Cuenca; es un diminutivo del topónimo árabe Al-Balat, “el camino”. Otros apellidos cartageneros provenientes de poblaciones son: Albarracín (Teruel); Alcaraz (Albacete), que viene del árabe Al-Karaz (“el cerezo”); Aniorte (Cataluña francesa); Bolea (Huesca); Carrión (Ciudad Real o Palencia); Cegarra o Segarra, es el nombre de una comarca catalana y significa manzano; Cerdán, nativo de Cerdeña; Cifuentes (Cuenca, Guadalajara o Madrid); Conesa (Tarragona), que significa selva espesa.
Otros apellidos hacen referencia a profesiones como Armero, Escudero o Ballester, del catalán Ballestero. Ardil, viene del catalán ardit y significa “valiente”; Bienvengud, también catalán bienvenido; Garre es de origen occitano y significa ratón…
Fuente: Los nombres y apellidos cartageneros de finales de la Edad Media. Alfonso Grandal.
Cerdán o Cerdà: nativo de la comarca hoy hispano-francesa de la Cerdanya, capital Puigcerdà (en Cataluña)