Desde hace unas semanas, los restauradores trabajan en la limpieza y documentación de los frescos romanos (siglos I y II d.C.) aparecidos en los muros pintados del barrio cartagenero de El Molinete.
El lugar de origen de los murales es El Atrio. En este edificio porticado, los comerciantes romanos celebraban banquetes en honor a la diosa Isis y el dios Serapis. A finales del siglo III d.C. la ciudad sufrió una fuerte crisis económica y las salas del Atrio se convirtieron en viviendas y talleres.
Los frescos están bien conservados y representan “máscaras lunares”, imágenes vegetales como guirnaldas y animales como pájaros, instrumentos musicales como el sistro (una especie de cascabeles) y rostros femeninos.
Entre las pinturas destaca una placa de 1,5 X 2 metros, que corresponde a la decoración superior del dintel de una puerta. Una vez que las placas de pintura estén restauradas, se colocarán de nuevo en sus muros originales, para que los visitantes puedan apreciarlas en su entorno original.
Es muy importante que los ciudadanos conozcan y entiendan el complicado proceso, que puede durar años, de la excavación y restauración de los restos arqueológicos. Éstos trabajos son necesarios para la preservación del patrimonio de nuestra Región y su posterior exhibición al público.