Tan importante es el agua para Murcia que, a lo largo de la historia, el huertano del Segura ha ido acondicionando su manera de vivir en sociedad con la necesidad de satisfacer y regular los usos del agua para riego.
Un ejemplo simpático de comprobar, de qué manera el agua era el eje central de la vida murciana, está en la cocina más tradicional huertana. Los murcianos de la época, se alimentaban especialmente de los frutos que “daba la mata”, véase hortalizas, verdura, legumbres y fruta. Los “manjares” que podía guardar la huertana en su alacena, pasaban por los productos derivados del cerdo (provenientes de alguna matanza) y alguna sardina salada, comprada en el mercado.
En Murcia hay una tradición que todavía se conserva en hogares y bares. Se trata de comer migas los días que llueve. Y es que era tan importante la lluvia para los murcianos, que el día que descargaba bien se celebraba con una comida especial: unas buenas migas de harina con ñoras, ajos tiernos, longaniza, salchicha, morcilla, tocino, lomo, costillejas o sardinas saladas.
Fuente: Antropología de la Región de Murcia. Luis Álvarez Munárriz.
…o con uvas, o con tomates «a mordiscos», o…. las migas se acompañan con imaginación :).
En primer lugar te felicito por tu página. En segundo lugar me gustaría hacer una pequeña aclaración al porqué en Murcia se hace migas los días que llueve, ya que la razón que leo no es la que he escuchado de algunos de nuestros mayores. En concreto de mi abuelo y de D. Carlos Valcárcel (cronista de Murcia), ya fallecido.
Ellos me comentaron que el porqué de tal tradición era que cuando llovía los carriles de la huerta se hacían muy pesados para andar, ya que se llenaban de barro y quien caminara por ellos se ensuciaba, aparte de alguna que otra caída. Por ello, para no salir se aprovechaba lo que tenían en casa para hacer de comer. La harina la tenía todo el mundo, puesto que el pan se solía hacer en casa, y los ingredientes se aprovechaban los restos que tenían en la despensa.