La iglesia de San Andrés de Murcia preside la plaza de San Agustín. La plaza mantiene este nombre debido a que sobre ese solar se ubicaba el Convento de los Padres Agustinos fundado en 1579, no confundir con el vecino Convento de las Agustinas.
Del antiguo monasterio lo único que queda es la citada iglesia de San Andrés, que a lo largo de la historia ha sido reconstruida varias veces debido a abandonos, destrucciones y riadas.
La actual fachada data de 1762 y está coronada por una pequeña espadaña, que simboliza el origen conventual del templo. Pero hay un par de cosas en la fachada de San Andrés muy curiosas. Se tratan de las dos columnas que franquean la puerta.
Los fustes de estas columnas son de origen romano y fueron reutilizados cuando se construyó la iglesia. Seguramente estas columnas provenían de alguna “domus” o de un edificio con carácter público, probablemente relacionado con funciones político-administrativas o religiosas, ubicado por Monteagudo.
Tal vez las columnas de mármol rojo descubiertas en la segunda mitad del siglo XVII, durante la construcción de la iglesia de Monteagudo y reutilizadas en la portada de la iglesia de San Andrés, procedan de una puerta monumental de este edificio [*].
Estas de San Andrés no serían la únicas columnas descubiertas en Monteagudo. Según el Canónigo Lozano, unas columnas dóricas fueron descubiertas también en torno a la iglesia de Monteagudo [**].
Es algo normal que en la Edad Media se reutilizaran los excelentes materiales arquitectónicos que nos dejaron los romanos.
Un caso famoso, por poner un ejemplo, es el Palacio de la Generalitat de Cataluña. Que al igual que en San Andrés, conserva columnas romanas en su fachada.
[*] Excavación arqueológica de un ámbito urbano de época romana, la plaza de la iglesia de Monteagudo (Murcia). Antonio Javier Medina Ruiz.
[**] Murcia, ayer y hoy. La Vega del Segura, lugar de asentamiento de los primeros pobladores.