La cuenca de la rambla del puerto de La Cadena, con una superficie de 26,7 Km, mantiene un flujo de agua dulce permanente casi todo el año.
El agua se acumula en pequeñas charcas, filtrándose en tramos de sustratos permeables y aflorando en tramos de sustratos rocosos. Muros de presa y canaletas, conducen el flujo a fin de que no se desperdicie ni una gota.
En las charcas podemos encontrar cangrejos, anfibios, moluscos y toda clase de insectos como el caballito del diablo o los barqueros.
Estas características permiten el desarrollo y mantenimiento de una flora típica de agua dulce. La adelfa, el junco, el junquillo negral, el carrizo o la anea están permanentemente presentes en las zonas de mayor humedad.
Estas especies “dulces” conviven con el tomillo, romero, esparto, albaidas, jaras, albardines, lavandas y palmitos. También otras especies vegetales más agrícolas aparecen en este paraje como los granados, olivos, limoneros, las higueras y las chumberas. Árboles procedentes de la reforestación se hacen presentes como cipreses, baladres, algarrobos o eucaliptos.
Alzando la vista, entre los pinos, podemos ver rapaces como lechuzas, cernícalos y gavilanes. También pequeñas aves como la cogujada, collalba rubia, curruca tomillera, herrerillo común, verderón y el carricero entre otros.