Los mercados medievales de antaño en Murcia, no distaban mucho de los mercados semanales de abastos que conocemos hoy día.
Los puestos se aglutinaban en alguna plaza y en ellos se podían comprar frutas, verduras, carnes y pescados, incluso útiles de labranza, manufacturas y ropajes. A estos lugares solían concurrir los ciegos cantores (uno muy conocido en Murcia era Alonso Marín) y los juglares que recitaban crímenes o sucesos. Auténticos periodistas de la época.
Hasta aquí todo normal. Pero había “otro producto” en venta, que algún murciano de hoy día se sorprendería.
Según las crónicas, a principios del año 1600, en Murcia también había compra-venta de esclavos. Un esclavista famoso en nuestra ciudad era Alonso Cordero, platero de profesión. Este hombre importaba esclavos y los vendía en la región, normalmente procedían de la ciudad de Orán. Según narra la crónica, algunos de estos pobres, se le escapaban y el tal Alonso, tenía que mandar a recogerlos.
Fuente: Murcia, ayer y hoy. Murcia en el siglo XVII: sus gentes, sus artistas. Manuel Muñoz Barberán.