La Torre de los Caballos de Bolnuevo se construyó en el siglo XVI, algunos años después que la Torre de la Cumbre del Puerto de Mazarrón.
Su finalidad era el control del litoral frente a los ataques de la piratería berberisca, que resultaban una preocupación constante para la población.
Es por ello que se consolidó una red de torres en la Bahía de Mazarrón: Torre de los Caballos (Bolnuevo), Torre vieja del Puerto o Santa Isabel, Asudia en La Azohía o Santa Elena, la desaparecida Torre Nueva o San Ildefonso (donde se encuentra el faro del puerto), Torre de La Cumbre y más al interior la Torre del Molinete.
Estas torres tenían diferentes formas: cilíndricas, hexagonales o cuadradas.
Estaban divididas en dos plantas, con una terraza en lo más alto y un aljibe en la planta baja. El acceso estaba en la 2ª planta y se subía por una escalera de mano o cuerda. En la segunda planta se alojaba la guarnición y se encontraba el almacén.
Podían contar con alguna pieza de artillería y se comunicaban entre sí y con la población haciendo señales de humo durante el día y fuegos durante la noche.
En los siglos posteriores, sobre todo en el XVIII, la Torre de los Caballos sufrió diversas remodelaciones y arreglos para adecuarla a las necesidades militares y del control de la costa.
En 1946, se le añadió una ermita dedicada a la Purísima Concepción, en conmemoración del conocido “Milagro de la Virgen de Bolnuevo”. Anteriormente, la torre tuvo otras construcciones anexas.