Ya hace más de un mes, que se produjo la rotura de una tubería en la calle Sagasta. El siniestro causó multitud de daños en un tramo de la Muralla Medieval de Murcia y en el Mercadillo de las Anas, un anticuario situado en la Plaza José María Bautista Hernández s/n.
Nos hemos puesto en contacto con la familia Salamanca, dueños del anticuario, para conocer cómo se encuentran después de este desastre.
Según nos cuentan, los daños ascienden al 80 y el 90% de las piezas afectadas por la tromba de agua y la posibilidad de recuperar parte de lo perdido, es muy ínfima. Durante todo este tiempo tras el accidente, las labores de inventariado han sido agotadoras. También había que coordinar el trabajo con los seguros del anticuario y la comunidad de vecinos (del edificio afectado) y con Aguas de Murcia.
Otro problema añadido a este desastre personal, es el tramo de la Muralla afectado. En el sótano del anticuario, se alberga parte de la Muralla de Murcia. Perteneciente al tramo que pasa por la calle Sagasta, visible a los viandantes.
Las partes de la muralla que se “esconden” en los sótanos de los edificios murcianos, suelen ser las que mejor conservadas están. Debido a la protección que los inmuebles ofrecen de los agentes meteorológicos. Es el caso, por ejemplo, de las dos torres que pueden verse en la zona de Verónicas. Bien conservada una de ellas, gracias a que estuvo protegida dentro del antiguo monasterio.
Según nos comenta la familia Salamanca, y pudimos comprobar in situ, un tramo de 5 metros de la Muralla se partió en dos y cayó encima de los pilares del edificio. La tierra y piedras que fueron utilizadas como relleno de la Muralla en el siglo XII, se esparcieron por todo el local creando un gran barrizal. Cuando se produjo el desastre, la muralla fue inspeccionada por una arqueóloga y un arquitecto ambos de Patrimonio, pero hasta el momento no se ha recibido ninguna pauta a seguir para mantener lo mejor posible, lo que queda de Muralla.
Los propietarios del Mercadillo de las Anas enviaron escritos tanto por email como a través de la Ventanilla Única a Patrimonio, Ayuntamiento y Comunidad Autónoma; informando del estado de la Muralla. Pero no han recibido respuesta por el momento.
Si hay algo “bueno” que se pueda sacar de esta situación, es el apoyo y respaldo desinteresado que han mostrado algunas personas con la familia Salamanca. Entre todos, hay una vecina que les ha cedido gratuitamente dos cocheras para almacenar parte del género dañado. También amigos de Esther (hija del matrimonio) están echando una mano limpiando y haciendo inventario de las antigüedades afectadas.