La Manga del Mar Menor, ese capricho natural que con el paso de los años se convirtió en otro «capricho», esta vez urbanístico.
Ya contamos en descubriendomurcia, como se formó hace siglos.
Según los estudios realizados, los procesos de erosión y sedimentación unidos al retroceso del Mar Mediterráneo, provocaron la emergencia de una barra, a la que todos conocemos como La Manga. Así fue como La Manga “cerró” la espaciosa bahía que, hace siglos, era el Mar Menor.
Como muchos recordaréis, a principios de abril del pasado año 2013, se produjeron considerables lluvias en la comunidad murciana. Hasta “desapareció” la sardina que suele bañarse en los molinos de Murcia… También vimos cómo quedó la desembocadura del Segura, tras las lluvias, gracias a una foto tomada desde el espacio.
En la instantánea se aprecia claramente como la fuerza y la cantidad del agua transportada por el Segura, entra varios cientos de metros en el mar. La imagen también muestra la parte norte de La Manga y es curioso como vemos que las corrientes marinas arrastran los depósitos hacia el sur, justo en dirección a las costas murcianas.
La Manga, como el Valle de Ricote o la huerta de Murcia
Y es que, según nos cuenta Ángel Oliver en su obra “Crónica y Guía de las Provincias Murcianas”, La Manga es tan hija del Segura como el Valle de Ricote o la misma huerta murciana. Todos esos “acarreos”, que durante siglos el río Segura fue vertiendo en la costa alicantina de Guardamar, se fueron desplazando en dirección sur-suroeste. Dicen los geólogos que estos materiales van viajando gracias a las corrientes y durante siglos se fueron acumulando sobre zonas como el Pedrucho, el Estacio o las encañizadas.
Así que no es tan descabellado pensar que, si el Segura nace en la sierra del mismo nombre (provincia de Jaén); tras largo viaje, algo de aquella sierra tendremos en La Manga. Y por ende, nuestra “Manga”, también guarda pedacitos de lugares tan lejanos como: Yeste, Letur, Elche de la Sierra, Férez, Socovos o Hellín… por citar unos pocos.