En los días y meses siguientes al ataque a Cieza en 1477, los Reyes Católicos iniciaron los trámites con el fin de recuperar a los cautivos ciezanos.
Desde el primer momento Isabel y Fernando, intentaron dar una solución diplomática al conflicto y para ello nombraron y enviaron embajadores al Reino de Granada. Otra actuación que demuestra las buenas intenciones de los monarcas, fue prohibir las acciones individuales tanto de rescate como de represalia, en todas las villas fronterizas del Reino de Murcia.
A los Reyes Católicos no les interesaba entrar en guerra con el Reino Nazarí, ya que mantenían conflictos armados con Portugal y el Marquesado de Villena.
Sabemos que 6 meses después del saqueo, aún no se habían terminado las negociaciones. Pero lo cierto es que la vía diplomática fue un fracaso. En noviembre de 1477, se puede decir que se abre la veda para las acciones individuales.
Con el paso del tiempo, el recuerdo del asedio fue generando elementos literarios fantásticos y desembocando en leyendas. Así encontramos narraciones un tanto cuestionables, como la que cuenta que la reina Isabel exclamó: “no se lavarán mis tocas sin que yo vengue la toma presa y cautiverio e incendio de Cieza”.
O aquella otra historia que narra el trágico final del cura, que viéndose sorprendido por el asedio durante la misa, dejó la celebración a la mitad y ataviado con las vestiduras litúrgicas, blandió una espada y dio muerte a 7 moros antes de caer él mismo de manera heroica.
Dos años después del saqueo ya estaba en marcha la recuperación de la villa de Cieza. Una de las primeras medidas fue la construcción de una fortaleza en 1479, donde la población pudiera resguardarse de otro futuro altercado.
Según se cuenta, tras la conquista de Granada en 1492 (15 años más tarde), se liberó a los cautivos que se encontraban en las mazmorras en las Torres Bermejas y los Mártires (Granada). A estas mazmorras las llamaban “el corral de Cieza la desdichada”.
Fuente: El Saqueo de Cieza de 1477. Historia y Leyenda. Isabel García Díaz.
#Cieza. Moros y cristianos batallan en el puente sobre el Segura. Por @ClaudioCaballer: http://t.co/jQp7YtHjgd pic.twitter.com/xm0wcYsVeu
— La Opinión de Murcia (@diariolaopinion) 25 de abril de 2015