La calle Platería en Murcia ha sido desde antiguo la de los plateros y joyeros, manteniendo ese nombre hasta nuestros días. No parece que a estas alturas nadie se plantee cambiarle el nombre a tan insigne y céntrica calle murciana.
Pero hubo un momento en que estuvo a punto de suceder esto mismo. No es de extrañar, puesto que los nombres de las calles pueden cambian dependiendo de los tiempos que corran. Como ejemplo podemos citar, sin ir más lejos, la vecina calle Trapería que a lo largo de los años ha adoptado nombres varios como: Pellejería, Príncipe Alfonso, Fermín Galán o José Antonio.
Lo que ocurrió en febrero de 1905 fue lo siguiente: los dirigentes de la ciudad de Murcia deciden dar el nombre de una de sus calles al político y Presidente de la I República, Emilio Castelar. Castelar había fallecido en 1899 curiosamente en la Casa del Reloj San Pedro del Pinatar que por aquel entonces era de su propiedad.
Se propone que la calle que lleve su nombre sea la Platería. Pero esta idea no gusta prácticamente a nadie. No se quiere perder la tradición de llamar a las calles como los oficios que en ella se desempeñaban. Uno de los que más se opuso fue el periodista murciano José Martínez Tornel.
Que alguien me corrija, pero creo que no hay ninguna calle en Murcia capital que se llame Emilio Castelar. Pero sí que conozco una Plaza Martínez Tornel que antes se la conocía como la del Arenal… Pues eso, que las calles cambian de nombre.
Fuente: Crónicas Murcianas del siglo XX. Carlos Valcárcel Mavor