Mucho se ha escrito sobre la leyenda de cadena que rodea el exterior de la Capilla de los Vélez, en la Catedral de Murcia. Pero también hay muchas crónicas que nos hablan de la cadena misma.
Don Bernardo de Espinalt dijo: “una cadena de primorosa piedra de 200 varas de largo y gruesa como el cuerpo de una persona regular, la cual es el embeleso de los extranjeros”.
Don Pascual Madoz: “la circunscribe una cadena de piedra de tanto mérito y renombre que varias personas instruidas y curiosas han venido de muchas leguas a observarla”.
Etienne de Silhuette comento que: “está hecha con mucho arte” y Swimburne descubrió en su piedra 5 órdenes arquitectónicos distintos.
Madame de Brinckmann resaltó que era la única obra notable del exterior de la Catedral y según el Licenciado Cascales: “es labor hermosa y fuerte, digna de ser visitada de curiosos y línceos ojos”.
Sobre la piedra con la que se talló la cadena, también se ha escrito. Richard Twiss elogió “la piedra clara tan agradable utilizada en su fábrica”. Una piedra que ya enseñó Townsend que tenía un nombre propio: «pisolita». Marqueríe compara su color con el de las piedras de la ciudad italiana de Lecce.
Pero como buenos murcianos que somos, seguro que si tuviéramos que quedarnos con alguna de estas definiciones, nos decidiríamos por lo apuntado por Albert F. Calvert: “la Capilla de los Vélez es la octava maravilla del mundo”.
Fuente: Murcia desde lejos. Nuevo viaje por los viajes de Murcia. José Mariano González Vidal.