Inquisición, expulsión de los judíos y homosexualidad en la Murcia del siglo XV

A finales del siglo XV, con los Reyes Católicos en el trono y la Santa Inquisición en funcionamiento, la vida de las familias judías del Reino de Murcia se complicaba por momentos.

Cuando se implantaron totalmente estas disposiciones reales (Inquisición y expulsión de los judíos) ya no hubo vuelta atrás. En Murcia la mayoría de las familias judías fueron expulsadas, unas 150. Los judíos de Mula (6 familias) y Lorca (25 familias) optaron casi todos por la conversión y en Cartagena fueron expulsadas 7 familias.

El 16 de abril de 1492 partían desde el puerto de Cartagena, 16 barcos hacia el exilio definitivo. Entre los cientos de forzosos pasajeros, había unos 500 judíos murcianos de origen sefardí.

Sinagogas y cementerios sefarditas quedaron para la corona, la cual repartió algunas de estas posesiones: parte de los cementerios de Murcia fueron concedidos al Monasterio de Santa Clara.

La inquisición se aplicó por primera vez en Murcia en 1486, tras la denuncia de un comerciante genovés llamado Baltasar Rey. La denuncia cayó sobre otro comerciante que le hacía la competencia, así que más parece que el asunto fuera por celos profesionales que por “celo” evangélico.

La clase acomodada del Reino de Murcia, no se libraba de ser señalada, si no conseguía demostrar su “pureza de sangre”. En 1490 se declaraba por la inquisición hereje a Lope Alfonso de Lorca y degradaba a su nieto del mismo nombre que ostentaba el cargo de regidor. Al parecer la familia eran “cristianos nuevos” y en política – ya sabemos que – se utilizan todas las armas que estén a la mano. El tal Lope Alfonso, solo pudo recuperar su cargo por bula papal. Es paradójico que este personaje fuera a la postre, el encargado por el concejo de la expulsión de sus semejantes.

Homosexualidad en la Murcia de los Reyes Católicos

Casi todas las actuaciones que se dirigieron contra judíos conversos en Murcia, eran contra familias ricas y que pretendían puestos directivos. Estas actuaciones otorgaron cierta simpatía a los inquisidores entre en el pueblo llano, que veían en ellos algo parecido a la “justicia divina” en la tierra. Evidentemente, la Inquisición no estaba tan bien vista entre el patriciado local.

Y más aún en estos sectores populares, encontraron apoyo los inquisidores cuando quisieron perseguir los “vicios elitistas” de la época. Estos vicios de los que hablamos eran fundamentalmente las prácticas homosexuales. También resulta paradójico que, los gobernantes murcianos de aquella época, se negaran en el año 1505, a esta persecución homofóbica.

Fuente: Historia de la Región de Murcia. Miguel Rodríguez Llopis

Foto: Iglesia de San Pedro en Murcia, cerca de ella se encuentra el antiguo palacio de la Inquisición.