Cuando en el año 831 Abderramán II funda la ciudad de Murcia, establece su germen y punto fuerte en los terrenos que actualmente ocupan la Catedral, el Palacio Episcopal y la Glorieta.
Anexos a estos terrenos y hacia el oeste, se encuentran los solares que hoy ocupan los edificios del Hotel Victoria, Zabalburu y el edificio sede del Colegio de Arquitectos (antigua sede del Tribunal de la Inquisición en Murcia). De este modo, el lugar se corresponde con uno de los más antiguos e históricos de la ciudad y prueba de ello encontramos restos de la primitiva muralla árabe (siglo XII) en los sótanos de Zabálburu y del Colegio de Arquitectos.
Una placa en el Hotel Victoria recuerda que en el lugar se alzaba la antigua puerta del Puente o Bad Alcántara que Alfonso X estableció como linea divisoria entre las tierras cristianas y árabes. En el año 1404 y en el lugar citado, se inicia la construcción de un alcázar por orden del rey Enrique III dentro de lo que se conocía como Al Kazar Kabir.
Llegamos al año 1488, fecha en la que los Reyes Católicos instauran la Santa Inquisición en Murcia. A partir de aquí el tribunal del Santo Oficio ha dejado escritas varias páginas negras en la historia de la ciudad. Por ejemplo el auto de fe a los médicos de la calle Turroneros o la persecución al investigador Diego Mateo Zapata.
Masones encarcelados durante la Revolución de 1820
Se sabe que en 1748, este edificio del Colegio de Arquitectos, se convierte en sede del Tribunal de la Santa Inquisición y entre 1800 y 1819, en esta cárcel permanecen encerrados una docena personas acusadas de francmasonería. Entre ellos el famoso militar masón Juan Van Halen que encabezó la conspiración contra el rey Fernando VII y fue encarcelado aquí por Real Orden en 1817. En este turbio ambiente conocido como Revolución de 1820, unos 300 hombres procedentes de Alquerías, La Ñora, Algezares y otras pedanías, asaltan la cárcel liberando presos y proclamando el régimen constitucional.*
En 1820 se producen reformas y el derribo parcial del antiguo alcázar medieval para acondicionar el inmueble. En 1834 el edificio, junto con los terrenos anexos del edificio Zabálburu y Hotel Victoria, se convierte oficialmente en la cárcel de la ciudad de Murcia.
*Fuentes: Colegio Oficial de Arquitectos de la Región de Murcia. *La Masonería en la Región de Murcia, José Antonio Ayala