Durante siglos, la Plaza de Santa Catalina, estuvo destinada por el Concejo de la ciudad para celebrar los grandes acontecimientos de Murcia.
Toque de queda, juicios de aguas, distribución de puestos públicos, pregón de multas y ejecuciones públicas; se daban cita en esta murciana plaza. No en vano era conocida como «la Plaza Mayor».
En esta plaza ondeó por primera vez el pendón real concedido por Alfonso X el Sabio al municipio de Murcia. La última gran fiesta celebrada en esta plaza, fue la celebración de la coronación de Felipe II como monarca.
Después Santa Catalina se quedó pequeña y sus actos se pasaron a la plaza de Santo Domingo. En los alrededores de esta plaza se encontró la lápida de la famosa poetisa árabe murciana Fahatima, que se conserva en el Museo Arqueológico.
Santa Catalina y los Templarios
La iglesia de Santa Catalina fue fundada por el rey Sabio. Esta iglesia fue la sede y monasterio de los Caballeros Templarios, pero de aquella época no ha quedado ni el menor rastro. La iglesia se renovó a principios del siglo XV. La imagen de Santa Catalina es del maestro Francisco Salzillo.
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— TEMPLARIOS Caravaca (@Temple_Caravaca) 8 de agosto de 2016
Fuente: Callejero Murciano. Nicolás Ortega Pagán, Nicolás y José Ortega Lorca