Fue con la llegada a Murcia del Obispo Peñaranda (1337-1351), cuando se acometió el primer intento importante de llevar a cabo el proyecto de construcción de la Catedral y su gran torre.
La torre de la Catedral de Murcia se empezó a levantar sobre el antiguo minarete de la Mezquita Mayor. Este minarete está documentado en diversas fuentes escritas, aunque no tenemos ninguna descripción de su aspecto exterior.