Los orígenes de la colombicultura se remontan a los tiempos de la invasión árabe. De toda la Península Ibérica, donde más arraigó esta afición fue en las zonas de Valencia y Murcia. En el repartimiento de la ciudad de Murcia por Alfonso X el Sabio realizado entre 1268 y 1273, ya se citaba la gran cantidad de palomares existentes.
Al quedar en desuso la muralla durante los siglos XIV y XV, los regidores de la ciudad cedieron sus torres para utilizarlos como palomares. Uno de los documentos más importantes que se conservan de esta época es la carta de los Reyes Católicos a la Ciudad de Murcia, escrita en Valladolid el 22 de diciembre de 1488. En ella se dan órdenes para la protección de los palomos y de los 97 palomares de las torres de la ciudad. La ley multaba con 60 maravedíes a quien matase una paloma ajena.
En 1773 se crea en Murcia la primera sociedad de “diversión” de palomos. Llegó un momento en que había tantas palomas en Murcia, que se convirtieron en una amenaza para los cultivos. El rey Carlos III se vio obligado a dictar, en 1784, una sanción ordenando a los propietarios de palomares a cerrarlos entre los meses de junio a noviembre.
En 1839 se constituye la sociedad: “para la suelta y embreo de palomos laudinos entendidos por colgueros”. En 1860 se reorganiza la sociedad con el nombre de: Círculo Palomístico de Murcia. En Murcia contamos con varías razas autóctonas de palomos. Entre ellas destacan el quebrado murciano y el cuco lorquino.
Fuente: 7º Seminario sobre Folclore y Etnografía 2007. Historia de la Colombicultura en Murcia. Jerónimo Molina García.
-Que yo recuerde,allá por los años cincuenta y sesenta : que son mis años de «torreño» quiero decir ,los que viví en Las Torres de Cotillas;pues como iba diciendo,la suelta de la «pica» tal como yo llegué a entender el nombre de este deporte, era cosa muy popular aunque no fuese seguido por muchísima gente .Aún así , los que eran ,eran de verdad; cuando había un grupo de personas,como por ejemplo en la barbería,en cualquier reunión de esquina,también en los grupos de trabajo en el campo ,en los momentos de cualquier reunión, siempre había el típico palomista comentando las bondades de algún que otro macho de paloma (que si el Magaño ,que si el Acerado que si el Azul. Aquí cada cual tenía el nombre distintivo para cada palomo . Si no recuerdo mal,la suelta de la hembra para determinar de algún modo la valía de los machos, solían hacerla los domingos en la tarde ;y allá que te veías una «patulea «de gente por las calles caminos y sendas de la huerta ,según el capricho de la paloma soltada aquel día . En casa de mis padres,ocurrió una anécdota curiosa con la paloma de la suelta de cierto día. Resulta que aquella tarde el grupo de palomos ,se arremolinaron en el tejado de nuestra casa y,no se iban ni a tiros; el grupo de palomeros al ver que la «Pica» no se movían del tejado ,comenzaron a ponerse nerviosos. Unos trataban de subir al tejado, otros tiraban piedras para espantar a las palomas ,y mi padre que no era aficionado ni por asomo , estaba que echaba las muelas por verlos marchar y,ellos no se iban .Al final y,ya caída la tarde se fueron marchando los palomistas y también las palomas ,aunque allí nos quedó algo insospechado. Dos días después estando mi madre haciendo el potaje, comenzó a notar que caía hollín de la chimenea ,y como era de esperar por la situación ,también cayó la paloma de la «pica»algo atontada quizá por el humo y también por los dos días de ayuno y abstinencia padecidos. Yo,para rematar la explicación ,debo ser sincero y decir que al igual que mi padre ,tampoco fui nunca aficionado a la colombicultura, aunque me haya atrevido a hablar del tema .Todo sea por los palomistas murcianos . Saludos paisanos y hasta la vista .