Fortuna, la Cueva Negra y los versos de La Eneida


Fortuna mantiene yacimientos arqueológicos que dan testimonio del paso cultural de pueblos como los iberos y romanos.

El mayor esplendor de la villa se alcanza durante los siglos I y II de nuestra era. Una vía romana unía Carthago Nova con Fortuna y la localidad recibía visitantes por el renombre y la calidad de sus aguas termales.

De su importancia como centro curativo y religioso da fe la Cueva Negra, ubicada en la Sierra del Baño y de donde nace un manantial al que se le atribuyen propiedades curativas. La Cueva Negra es un abrigo rocoso que debe su nombre a su color tiznado, consecuencia de los fuegos que los pastores de la zona encendían para cocinar y calentarse.

En esta Cueva Negra de Fortuna se han encontrado escritos muy antiguos grabados en sus paredes. Se tratan de versos correspondientes a La Eneida, una epopeya latina escrita por el literato romano Virgilio bajo encargo del emperador Augusto.

 

Fortuna y las fiestas de Sodales Romanos

Fue a principios de los años 80 cuando se descubrieron una serie de inscripciones en color rojizo que datan de la época romana. El número de estos escritos podría acercarse al millar y muchos autores los consideran el conjunto epigráfico más importante del Imperio Romano.

En estos pasajes de La Eneida, destaca el que describe el puerto de Cartago y los que invocan a los dioses Venus, Baco o Cibeles.

De los famosos tituli picti, se encuentran versos tan bellos como estos:

Aguas de las Ninfas…

Otros fuegos si apagáis

En cambio, a mí junto a las fuentes

Me abrasa el más intenso amor

 

El descubrimiento de los tituli picti, dio origen a las recientemente creadas fiestas de Sodales Romanos que se celebran en Fortuna entre el 8 y el 17 de agosto.

Fuente: Tierras Altas de Abanilla, Fortuna y Molina de Segura. Manuel Moyano y Juan Antonio Moya.

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