El estrecho de la arboleja, agualeja o algualeja se encuentra a escasos kilómetros de la medieval y amurallada ciudad de Aledo en el Parque Natural de Sierra Espuña.
Este espacio de gran interés paisajístico, ecológico y cultural, está ubicado y forma parte de la rambla de Lebor. Se trata de un profundo y estrecho desfiladero de unos 500 metros de longitud y está declarado LIG (Lugar de Interés Geológico) por la Comunidad Autónoma.
Se trata de uno de los rincones geológicos más bellos de la Región de Murcia, cuyo origen se remonta hasta hace unos nueve millones de años cuando en esta zona se ubicaban varias playas de origen tropical.
No es de extrañar. También está comprobado que la famosa torre de Aledo, tiene sus cimientos construidos sobre un pretérito y prehistórico arrecife de coral.
Así era la Región de Murcia hace millones de años, antes de que se produjeran drásticos cambios climáticos. De este modo también sabemos que parte de la sierra El Valle y Carrascoy se encontraba sumergida en el mar.
Las paredes del desfiladero de la arboleja se encuentran tapizadas por musgos y otros organismos. Lo que produce una sensación húmeda y muy fresca a todos los senderistas que por allí pasean. El estrecho se ha creado principalmente por la erosión, tanto del agua como del viento, que durante milenios ha tallado este paisaje en la roca.
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Si estamos atentos en estas paredes, que también se corresponden con antiguos arrecifes coralinos, podremos encontrar decenas de fósiles marinos que nos demuestran qué clase de seres vivos habitaban Aledo hace millones de años.
El ser humano también ha querido dejar su impronta en el estrecho de la Arboleja. Como bien sabemos, la escasez de agua en la zona es grave. Los agricultores y ganaderos del lugar idearon numerosas formas de aprovechamiento minimalista del agua. En el lugar encontramos numerosas galerías, lumbreras, balsas, diques, acueductos y acequias que intentan «robar» gota a gota el preciado líquido.
