Como si del último Mohicano se tratara. Así es como presenta el “Diario” (ejemplar del 19 de mayo de 1901) a el «tío Botía».
Como pasa en todas las épocas, las tendencias en la forma de vestir van cambiando conforme cambian las maneras de pensar. Así ocurrió a finales del siglo XIX.
El mundo, España y Murcia cambiaron con la revolución industrial. Se creó una nueva clase social: los pequeños burgueses y, como no podía ser de otra manera, tenían que distinguirse mediante nuevos ropajes y prendas.
La moda cambió, pero no para el tío Botía. En dicho periódico, apareció la noticia del fallecimiento (según la crónica escrita) del “último huertano”. Un hombre que hasta ese día había permanecido fiel a sus tradiciones y vestimentas: zaragüelles, jubón con broches de plata, calcetas y alpargatas.
Fuente: Murcia en el primer tercio del siglo XX. José Antonio Ayala.