El Teatro Romea ha estado en obras durante los últimos 4 años, para acometer la remodelación de la fachada, cubiertas y distintas instalaciones interiores como el peine.
Y ya encara la recta final de los trabajos. A partir de ahora nos encontraremos con un teatro más cómodo, espacioso, moderno y fresco… por el aire acondicionado.
Estas obras han supuesto la rehabilitación integral de un edificio, obra del arquitecto Justo Millán, que se inauguró en 1866. Dentro de las reformas se ha actuado sobre el tejado, el cual no se renovaba desde 1902, y donde se han encontrado restos de paja de la época.
Lo que aún no conocemos es la fecha de inauguración y la programación que va a tener. Pero lo que sí sabemos es que gracias a esta remodelación, el Teatro Romea, podrá ofrecer representaciones que antes no se podían realizar. Gracias a una caja escénica más grande, con un peine de 46 barras metálicas informatizadas (antes había 20 y eran de madera).
También se ha recuperado para el público, la quinta planta del inmueble. Llamada coloquialmente “Paraíso” o “gallinero”, lo que ha supuesto ampliar el aforo en 300 butacas. Ahora el Teatro cuenta con 1.200 asientos.
En la reforma interior también se han ocupado de los camerinos y 2 salas de ensayo: la conocida como Sala de los Espejos, que se utilizará para conciertos, y otra sala donde se ofrecerán recitales de poesía, presentaciones de novelas y otros actos por el estilo.
Lo único que falta en estos momentos es acabar el cortafuegos del escenario… algo muy imprescindible tratándose del Romea y su disposición a incendiarse…