Según cuentan los anales de la Historia, no fue otro más que el “General Invierno” o “General Nieve”, el que derrotó a Napoleón cuando éste osó invadir la gran Rusia en 1812.
En Murcia no nieva, podemos decir, nunca y los inviernos en nuestra tierra son una auténtica gozada. Pero sí podríamos intentar compararnos con los rusos y su “General”. El nuestro se llamaría “General Agua”, “General Río Segura”, “General Acequia” o algo por el estilo. Y es que el río que baña la vega que lleva su nombre, ha salvado a los murcianos de por lo menos dos invasiones enemigas que se tenga constancia.
Una fue en 1430. El rey de Aragón Alfonso el Magnánimo y su ejército, se preparaban para asaltar la ciudad. Para defender Murcia, se colocaron una gran cantidad de atochadas (entramados de esparto utilizados en la canalización de acequias) en el Segura, a su paso por la Puerta de Orihuela. La huerta quedó inundada y la ciudad se libró del asalto aragonés.
Otra ocasión fue la conocida como batalla del Huerto de las Bombas. El 4 de septiembre de 1706, el Capitán General del Reino de Murcia, más conocido como: Cardenal Belluga, hizo abrir la Contraparada, lo que anegó la huerta. El objetivo era cortar el paso a las tropas austracistas, que amenazaban la ciudad por Espinardo. El resultado fue otro éxito, los 9 mil hombres del Archiduque Carlos tuvieron que retirarse tras una dura derrota.
Por poco tenemos que contar otra batallita del “General Agua”. Fue en 1837 durante la primera Guerra Carlista, cuando el Ayuntamiento de Murcia tomó medidas para inundar la ciudad, si las tropas favorables al infante Carlos intentaban tomar Murcia. Afortunadamente no fue necesario, y Murcia quedó de nuevo a salvo.
Fuente: Murcia y el agua: Historia de una pasión.