En el siglo XVI, eran varias las familias “patricias” murcianas que luchaban entre sí para acaparar más poder y prestigio en la ciudad.
Tratándose la Vega del Segura de una zona preminentemente agrícola, estaba claro que el que tuviese el control del “agua” acaparaba mucha fuerza política.
De hecho si vamos a los anales judiciales de la época, veremos como la mayoría de los pleitos de este época son causados por la posesión del agua, la tierra y, como última consecuencia, la construcción de molinos.
Esta es la raíz del suceso ocurrido en La Ñora, una noche de 1566. Aprovechando la oscuridad, se levantaron sin permiso los tablachos que controlaban los niveles del agua de la acequia. Con esto se pretendía beneficiar una obra que estaban construyendo los Vozmediano Arróniz. La consecuencia de la “provocada riada”, fue la inundación de los barrios de San Antolín, San Andrés y San Miguel. Cosa que no gustó nada a los vecinos.
La cosa no quedó ahí y una noche posterior, varios vecinos intentaron destruir la obra de los Vozmediano Arróniz como venganza. Se montó una verdadera batalla campal nocturna en La Ñora. Estos sucesos eran cosa bastante usual en toda la huerta.
La Huerta es una seña de identidad de #Murcia, y el patrimonio que alberga es su historia. La Rueda de la Ñora ayer pic.twitter.com/Mes7HXeb8b
— HUERMUR (@huermur) enero 3, 2016
Fuente: La Región de Murcia y su Historia. Judíos, moriscos y comuneros murcianos. Coordinador: Francisco J. Flores Arroyuelo