Don Victoriano López Gonzalo, fue obispo de nuestra diócesis entre los años 1789 y 1805. Le tocó vivir en Murcia una dura época de sequías (1790, 96 y 99), amenazas de peste (1803 y 04) y la terrible rotura del Pantano de Puentes en Lorca (1802).
En todos estos acontecimientos, el Obispo Victoriano, estuvo a la altura de las circunstancias. Tanto en la catástrofe del Pantano de Puentes como en las sequías, socorrió caritativamente a cuantiosas víctimas.
De su actitud, se hizo eco hasta el Regidor de la ciudad, el Marqués de Campillo, el cual escribió: “…el Prelado Don Victoriano López Gonzalo, ha sacrificado inmensas sumas para el acopio de grano…”. Díaz Cassou dejó escrito de él, que era “muy limosnero”.
Su fama de piadoso se extendió por toda la Diócesis y fue bautizado por los cronistas y el pueblo con los calificativos de calificativo de Ángel de la Caridad y Victoriano el piadoso.
Su buen talante, le hizo actuar como mediador en varias disputas territoriales entre familias nobles de Murcia, que lo acreditaron como persona neutral y de confianza.
Pero sin duda, el acontecimiento por el que terminó de ganarse los corazones de sus paisanos murcianos, fue cuando casó y costeó personalmente los enlaces matrimoniales de 51 parejas de jóvenes huertanos pobres, a los que Don Victoriano pagó sus ajuares y trajes de boda.
fuente: La Diócesis de Cartagena y la aventura de América. Francisco Candel Crespo.