Tras sofocar la sublevación de los mudéjares en la Medina de Murcia, los castellanos-cristianos se asientan definitivamente intramuros en el año 1266.
Anteriormente, aunque dominaban la ciudad, solo se habían instalado en el recinto que correspondía al Alcázar, ubicado en lo que actualmente es la iglesia de San Juan de Dios y sus inmediaciones.
Jaime I el Conquistador (entre otras ciudades, la de Murcia) ordena entonces dividir la ciudad. Se construye un muro de norte a sur, otorgando la parte oriental a los cristianos y la occidental a los musulmanes. Éste muro se levantó en la actual calle Trapería.
Cuando Alfonso X el Sabio tomó el control del Reino de Murcia, fue más allá y ordenó que los musulmanes mudéjares se instalaran fuera de la ciudad, en el arrabal de la Arrixaca y los cristianos ocuparon la totalidad de la villa.
Se derribó el muro que dio lugar a la actual calle Trapería, convirtiéndose en una de las vías principales de la ciudad, ya que unía los dos Alcázares (Hudí y Nasir) con los que contaba Murcia.
El rey Alfonso mandó el cierre de las puertas de la muralla y el derribo de puentes sobre el foso, para aislar mejor y tener controlado otro posible conato de rebelión. También derribó la pared que dividía el arrabal de la Arrixaca para otorgar mayor movimiento y espacio a la comunidad musulmana.
Muchos castellanos ya se encontraban instalados en el arrabal, cuando se realizaron estas medidas. Y parece que nunca abandonaron la Arrixaca. Los musulmanes se instalaron en el sector occidental del arrabal (actuales barrios de San Antolín y San Andrés) durante el último tercio del siglo XIII. Los cristianos empezaron a asentarse en el sector musulmán del arrabal en 1293.
Fuente: Murcia, ayer y hoy. Génesis y evolución urbana de Murcia en la Edad Media. Pedro Jiménez Castillo y Julio Navarro Palazón.
Después de tantos siglos y ahora volvemos a tener muro. Es que no aprendemos de la historia