Ya contamos no hace mucho como trató el gobierno de nuestro país, al ingeniero murciano Juan de La Cierva cuando éste inventó el autogiro.
Pues esta misma situación de desprecio, por parte del gobierno nacional, la sufrió el otro gran ingeniero-inventor de nuestra tierra, el cartagenero Isaac Peral.
Peral ideó una nave que pudiese sumergirse, navegar y maniobrar en posición de guerra. Recibidas las aprobaciones oficiales botó por primera vez el submarino en la base marina de La Carraca (Cádiz). Al año siguiente se hicieron las pruebas oficiales en las que el submarino estuvo sumergido una hora a una profundidad de 10 metros, recorrió 4 millas marinas y se realizó un simulacro en el cual, el sumergible, atacó un barco sin ser detectado y superó notablemente un posible sabotaje.
Este éxito dio la vuelta al mundo y la prensa internacional se admiraba de la potente embarcación. Pese al éxito de las pruebas, el proyecto no fue aceptado por el gobierno español, donde primaban más los enfrentamientos partidistas que el interés nacional.
Peral quedó atónito, y tras una larga lucha por esclarecer la situación, publicó un largo manifiesto en contra de los generales de la Comisión Naval nombrada por el gobierno. Isaac Peral con gran enfado y decepción renunció a su grado de oficial de la Marina y abandonó la misma.
«Faltóle el valor oficial, y, desamparando al sabio, se quitó a España la gloria de ser la nación primera en poseer un elemento moderno de combate, al que todos los estados del mundo prestan hoy la atención más preferente… ¡Monturiol! ¡Peral! La envidia de los hombres amargó vuestra existencia e hirió dolorosamente a vuestra patria…» España mi patria, José Dalmau Carles. 1917.
La Marina abandonó el proyecto definitivamente en 1890 y unos años después, hasta hubo un Ministro que quiso vender el casco como chatarra.
En el interior del buque no quedó nada y es anecdótico que un amigo de Peral desmontase el aparto de profundidades y metiéndolo en una caja lo mandase a Isaac con una nota que decía: “… de esto no se aprovecha nadie…”
Frente a esta situación, las potencias extranjeras se volcaron en hacer ofertas a Peral. Pero los sentimientos y principios de este militar y marino hijo de Cartagena, estaban por encima del dinero. En ese momento consideró que no iba a vender sus conocimientos a un país extranjero, que en un futuro podría convertirse en enemigo de España.
Para vergüenza nacional quedará en la Historia, que el primer submarino que tuvo la Marina Española fue de fabricación norteamericana.
¿Por qué trata este país de manera semejante a sus hijos?…
Fuente: “De San Fulgencio a Paco Rabal”. Alfonso de los Reyes.
Hablando del Submarino. Parece ser que finalmente será trasladado este sábado 15 de diciembre, desde el muelle hasta las nuevas instalaciones del Museo Naval en el Arsenal. El buque de 22 metros de eslora y 30 toneladas, hará un último viaje.