Fue en agosto de 1892, cuando al Abogado de Estado José María Díaz Cassou, se le encargó la realización de los planos de un tranvía de tracción animal y de vapor para la ciudad de Murcia.
El tranvía, de tracción animal, arrancaría de la Plaza de Santo Domingo y pasaría por las calles Capuchinas, Santa Teresa y Cadenas, hasta Puertas de Castilla; donde se bifurcaría, dirigiéndose una vía a Espinardo, y otra, a la estación de tren del Carmen. Desde la estación, otro ramal a vapor seguiría hasta Alcantarilla.
En abril de 1893, se habló de otro trayecto más urbano: desde la estación de tren hasta la Plaza Camachos, desde aquí hasta Trapería, Santo Domingo, el Romea, Santa Teresa… las líneas de Espinardo y Alcantarilla, seguirían en funcionamiento.
Poco más de un año después, los Ayuntamientos de Murcia y Alcantarilla, aprobaron el proyecto de un tranvía de tracción animal que uniera estas localidades. Aparte de lo beneficioso de la idea, estas obras ofrecería a muchos murcianos trabajo en la construcción de la moderna infraestructura.
Y el 25 de agosto de 1894, se publicó la Real Orden que aprobaba el proyecto. Tras la concesión de las obras, en diciembre comenzaban las obras de medición para colocar los raíles y en enero de 1896 se inició la colocación de los mismos. El Ministerio de Fomento, solo autorizaba la tracción animal durante 2 años. Después se emplearía el vapor.
Puente de los Peligros de #Murcia, con el azud de los molinos y el antiguo tranvía pasando sobre el viaducto #FelizSabado #Patrimonio pic.twitter.com/9svwXg4UJb
— Huermur (@huermur) 9 de septiembre de 2017
Desde Valencia llegaron los vagones y los murcianos acudían a verlos como si de una exposición se tratara. Estos vagones y sus 39 caballos, tenían su base en los bajos y el patio de la Posada del Malecón. El horario del servicio sería entre las 5 de la mañana y las 8 de la tarde, con salidas cada 22 minutos exactamente. Los precios: 5 céntimos de Murcia al Molino de Funes, 10 a Nonduermas, 15 a la fábrica La Providencia y 20 hasta Alcantarilla.
La inauguración, el 2 de septiembre de 1896, fue presenciada por una multitud de murcianos que ocupaban el Malecón y el Plano de San Francisco. El alcalde Enrique Ayuso Bonnemaison y el canónigo Ildefonso Montesinos, fueron los encargados de inaugurar y bendecir este instrumento de progreso para Murcia. Tras este primer periodo, la explotación del tranvía pasó a una empresa francesa. Se cambió al vapor y se construyeron las líneas hasta Espinardo y El Palmar.
La primera línea de tranvía en Murcia, funcionó hasta el 8 de marzo de 1929, cuando el Rey firmó un decreto declarando caduca la concesión de la línea para Murcia, Espinardo, El Palmar y Alcantarilla. ¿El motivo?… la llegada de los autobuses.