Que buen ejemplo nos han dado los 15 integrantes de la Cooperativa Santa de Mérida. Se trata de una cooperativa que está construyendo un edificio en la Plaza de Santa Eulalia y en el transcurso de las obras han aparecido restos arqueológicos árabes.
No es extraño la aparición de restos de época islámica en esta zona, ya que la plaza se encuentra intramuros de la antigua medina islámica y a escasos metros de una de las puertas que daban acceso a dicha muralla musealizada en el Centro de Visitantes de la Muralla de Santa Eulalia.
Lo realmente importante es que los vestigios aparecidos corresponden a un panteón perteneciente a la aristocracia árabe. Estos enterramientos no son las comunes fosas, sino tumbas de ladrillo revestidas de un color ocre. Al estilo de las tumbas reales de la Iglesia de San Juan de Dios.
Pero volvamos con los propietarios del edificio. Estos 15 vecinos han comprendido la importancia histórica que tiene el hallazgo, y han cedido el sótano y la planta baja del edificio al Ayuntamiento, para que los restos puedan ser musealizados. Así todos los murcianos podremos seguir contemplando y aprendiendo de nuestro pasado y también, contaremos con otro espacio museístico que hará más atractiva nuestra ciudad.
Lo que se tiene pensado es acristalar y dar una buena iluminación a la planta baja, para que los restos puedan ser visibles desde la calle.
Otro gran proyecto que se tiene en mente es comunicar mediante un pasadizo subterráneo estos restos con la Muralla de Santa Eulalia que se encuentra a pocos metros.
Gracias a esta cristalera, también se podrán seguir en directo los trabajos de los arqueólogos de la Universidad de Murcia.
Ya ha sido restaurada parte de la muralla descubierta, que contaba con bloques de de unos 4000 kilos. Cuando esta obra culmine, el lienzo de la muralla podrá llegar a los 80 metros de longitud.
Buen gesto de los cooperativistas, sino fuera porque su edificio cuenta con más plantas de las que debería en una plaza como Santa Eulalia, y lo que es peor, un diseño totalmente inadecuado, descontextualizado y que rompe (una vez más) la armonía estética de la plaza.
Sí… creo que el Ayuntamiento le ha dado más plantas, ya que han cedido el sótano y la planta baja para la excavación. Es costumbre de los consistorios beneficiar, de alguna manera, al constructor cuando aparecen restos arqueológicos.
Pasó también en el Puerto de Mazarrón, cuando al edificar salieron los restos de la fábrica de salazones. Le dieron al inmueble una o dos plantas más… Saludos!