Todos Santos, así se le conoce comúnmente a la víspera de difuntos. Este día, María Herrero Bernal airea el dormitorio que fuera de sus padres, coloca sábanas limpias y dispone cinco velones de latón por la habitación. Al caer la noche, prende las mechas y se sienta a esperar.
Las ánimas errantes de sus antepasados