Ahora que estamos en la Feria de Septiembre y que celebramos que la Patrona de Murcia, La Fuensanta, está en la ciudad; conviene recordar que Murcia cuenta con otra patrona: la Virgen de la Arrixaca.
Y digo dos patronas porque, aunque la Arrixaca perdió el título de patrona de la ciudad en 1746 en favor de La Fuensanta. Fue el rey Alfonso X el Sabio el que nombró a la Arrixaca patrona del Reino de Murcia. Y este nombramiento nunca ha sido revocado. Con lo cual los murcianos tenemos dos patronas: la de la ciudad y la del reino.
Pero bueno, esto es otra historia… lo que vengo a contar hoy es aquella vez que casi nos roban a la Virgen de la Arrixaca. Resulta que un anticuario madrileño se presentó en la iglesia de San Andrés, lugar donde se rinde culto y reside Santa María de la Arrixaca, por enero del año 1909. Lo que quería dicho anticuario era comprar un manto antiguo que se guardaba en la parroquia.
Evidentemente se le denegó la compra. Pero el avispado anticuario descubrió la talla del siglo XIII, la conocidísima Arrixaca, y ofreció por ella 465 pesetas de la época. El sacristán de San Andrés mandó al anticuario poco menos que a su casa…
No conforme con la respuesta, el anticuario se propuso hacerse con la talla como fuera y planeó robarla. Se hizo con varias llaves, de esas antiguas, de diferente grosor. Y en la noche del 29 de enero intentó asaltar la iglesia.
Las cosas que tiene la vida y los bares… resulta que el amigo sacristán, estaba tomándose unos vinos en una de las tabernas de la Plaza San Agustín y se percató de que alguien estaba forzando la puerta de San Andrés. Nuestro héroe avisó a una pareja de guardias y trincaron al anticuario con las manos en la masa…
El madrileño no tardó en reconocer sus intenciones y terminó, como no podía ser de otra manera, en chirona. Bravo por el sacristán…
Fuente: Crónicas Murcianas del siglo XX. Carlos Valcárcel Mavor