Las plantas son capaces de desplazarse aprovechando cambios drásticos como los movimientos de las grandes masas continentales.
Ejemplo de ello son las plantas provenientes del norte de África. Éstas llegaron al continente europeo hace unos 6 millones de años, cuando los movimientos de las placas europea y africana cerraron el paso de agua desde el Atlántico al Mediterráneo.
Las plantas se adaptan a los cambios climáticos subiendo en altitud (emigrando al Norte) si hace más calor o bajando (hacia el Sur) si las temperaturas descienden.
Siguiendo este ejemplo, consideramos verdaderas reliquias botánicas los escasos brezos y encinas que encontramos en Calblanque. No es normal encontrar ejemplares a tan poca altitud y sí en bosques más frescos como las sierras de Caravaca y Moratalla. Su leña y carbón fueron los principales combustibles para el ser humano de antaño.
El proyecto europeo ‘Life Tetraclinis’ ha logrado que 200 hectáreas de terreno privado con ciprés de Cartagena hayan sido sujetas a custodia por sus propietarios, con el fin de lograr preservar ejemplares de esta especie, que solo se encuentra en Europa en la Región de Murcia. pic.twitter.com/YRMYG2DMFL
— Onda Cero Cartagena Informativos (@Cartag_ondacero) 26 de noviembre de 2017
En Calblanque viven auténticas reliquias botánicas, testigos de grandes cambios que les hicieron “moverse” en verdaderas migraciones.
Entre estas plantas iberoafricanas destaca por su exclusividad el Ciprés de Cartagena (Tetraclinis articulata), del que se cree que fue abundante en Europa hasta que los fríos del cuaternario solo le permitieron permanecer en las solanas abrigadas de la sierra de Cartagena y La Unión, zonas donde se encuentran las últimas poblaciones de la Europa continental.
Igualmente, está la Jara de Cartagena (Cistus heterophyllus carthaginensis), considerada en peligro de extinción en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas ya que en la actualidad solo existen dos poblaciones en el continente europeo, la más representativa en Calblanque.
Como curiosidad diremos que esta «Jara» puso nombre a uno de los Santos más míticos de la Historia de la Región de Murcia.
Fuentes: Espacios Naturales Protegidos de la Región de Murcia