Poco antes de llegar el río Quípar al caserío de Gilico en Cehegín, nos encontramos con un espectacular lago que tiene un curioso origen.
Se trata de una antigua y abandonada mina de magnetita a cielo abierto (la mina de María Gilica), que fue inundándose debido al freático del río.
Este artificial lago puede alcanzar los 100 metros de profundidad y albergar más de 3 millones de metros cúbicos de capacidad.
Un lago de 100 metros de profundidad…
Por el entorno no es raro observar aves acuáticas, aunque los restos del mineral impiden el desarrollo de un sistema natural propio del lugar. Sus aguas son utilizadas para abastecer de riego los cultivos cercanos.
Con un equipo de TVE en las minas de Gilico #Cehegin. Ha despertado expectación el proyecto 🙂 pic.twitter.com/HWONtsaS46
— Paco Abril (@PacoAbrilR) 27 de octubre de 2013
Fuente: Guía de la Naturaleza de Cehegín. Pedro Abellán y David Sánchez.