Cuando el maestro Jaime Bort se propuso sustituir la fachada renacentista de la Catedral de Murcia, la cual se caía a pedazos, no tuvo que ir muy lejos para encontrar los materiales nobles que se convertirían en el icono de toda una región.
El imafronte barroco de la catedral se empezó a levantar en 1737 y se terminó en 1751. Los materiales que se utilizaron se extrajeron del conocido entonces Val de San Juan, hoy día Parque Regional El Valle y Carrascoy y de las canteras de El Mayayo y la Sierra de Tiñosa en Los Garres
La piedra más utilizada y reconocible es una caliza de color claro. Fue utilizada para muros, columnas, capiteles, cornisas y algunas esculturas y no es raro ver en ellas las «firmas» que dejaron los canteros que las crearon.
Alguna de estas piedras formadas hace millones de años contienen curiosos fósiles como algas, conchas y erizos de mar.
Otra caliza más oscura y noble se utilizó en las partes bajas del imafronte o basamento. Con otro tipo de piedra de color anaranjado se tallaron las dos grandes columnas que presiden la entrada principal a la catedral. Se cuenta que durante el transporte de estos pesados bloques, el puente sobre la Acequia Menor de la Meana, en el Barrio del Progreso, quedó tan dañado que fue derribado y reconstruido.
No podemos olvidar otro material que ayudó y mucho a levantar la fachada de la catedral. Canteras y hornos de yeso encontramos por toda la falda de El Valle, como por ejemplo en Algezares (Al-Jezar «tierra de yesos»), Los Garres o el monte Miravete de Torreagüera.
De esta cantera en @ElVallePR salieron materiales para levantar la Catedral de #Murcia Os contamos la historia = https://t.co/rbNjQbTBne pic.twitter.com/Gi8b2dSbML
— Descubriendo Murcia (@DescubreMurcia) 26 de enero de 2017
Puedes encontrar más información al respecto en el Boletín de Espacios Naturales Protegidos murcianatural.carm.es
Fuentes: Elías Hernández Albadalejo, “La Fachada de la Catedral de Murcia”. Alfredo Vera Botí, “La Torre de la Catedral de Murcia: De la teoría a los resultados”