Tenemos noticias de la existencia de una torre defensiva en la escarpada peña de Águilas, desde los tiempos del rey Alfonso X el Sabio.
Estamos hablando de la segunda mitad siglo XI. La misión de esta torre, como todas las que se repartían por la costa, era avisar a las poblaciones del interior, en este caso Lorca, de las incursiones de los piratas berberiscos.
Felipe II en el siglo XVI, convierte la bautizada como torre de San Juan en una de las más seguras del Mediterráneo regional pero poco después, en 1596, quedó dañada a causa de un terremoto. Menos de 50 años más tarde, los piratas africanos atacan Águilas y destruyen su torre. Tenemos que entender que la costa sur de la Región de Murcia conformaba una verdadera frontera bélica del Imperio Español y eran comunes los ataques piratas y los avistamientos de flotas enemigas. Bajo orden de Felipe IV se reconstruye de nuevo la torre.
El Castillo de Águilas atacado por los ingleses
Durante la Guerra de Sucesión, la flota inglesa que batallaba en el bando austracista, ataca la torre que termina por desmoronarse en 1751. Pocos años después se volvió a levantar bajo los reinados de Fernando VI y Carlos III, así consta en una placa de mármol a la entrada del castillo. Reconstruido en forma circular y dotado de artillería, ahora sí se convirtió en una de las fortalezas más potentes de nuestra costa.
En la actualidad el castillo de Águilas está formado por dos enclaves: la batería de San Pedro y el fuerte de San Juan. Ambos cuerpos unidos por un potente paso de ronda descubierto. El fuerte de San Juan se corresponde con los orígenes de la torre medieval y consta de sótano, planta baja y primera planta. En el sótano encontramos la mazmorra y el aljibe, en la planta baja está el patio, varias estancias y un pozo. En la parte superior, las atalayas de vigilancia, los poderosos cañones y una de las mejores vistas sobre el Mediterráneo.
